Lo anterior supone que Cantabria destaque por su verdor, bosques caducifolios alternados con muchos pastos, consecuencia de su tradicional
actividad ganadera, caracterizan el paisaje de Cantabria.
También se pueden distinguir dos ámbitos bien diferenciados, la zona costera, con zonas relativamente planas o moderadas ondulaciones de
colinas, y el interior, compuesto por un sinfín de valles y montañas, que culminan en la Cordillera Cantábrica, y especialmente en los Picos de Europa.
Una pequeña parte de su territorio, está en la Meseta, la Cantabria del Ebro, con un paisaje y climatología propios.
La Comarca Pasiega, situada en zonas de media y alta montaña, une las características propias del clima Atlántico, con las del clima de Montaña.